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La granada se ha ido haciendo su huequecito entre los ingredientes cosméticos y ya forma parte de muchos de ellos, sobre todo de los dedicados al baño y ducha y al cuidado del cuerpo. Se trata de una fruta medicinal, símbolo de la longevidad, que tiene muchos y variados beneficios para el que lo consume. Por un lado contiene un gran poder antioxidante, siendo la fruta en la que se encuentran los componentes antioxidantes más potentes en una sola pieza.

Estos compuestos mejoran los huesos, las venas y el tejido nervioso y son muy beneficiosos en la menopausia para aliviar sus síntomas. Además, posee un fuerte poder antiinflamatorio, y de ahí ha venido su uso en cosmética y el hecho de que sea una de las frutas más veneradas en la medicina ayurvédica para restaurar el equilibrio de la piel. Si hablamos de belleza, estimula la producción de colágeno, reconstruye la capa superficial de la piel, inhibe los radicales libres y contrarresta la oxidación diaria, con lo que los signos de la edad se ralentizan.

En nuestro país encontramos sobre todo productos que la incluyan en marcas tipo The Body Shop, en sus productos de baño y ducha, pero si compráis por internet Jane Iredale utiliza extracto de granada en casi todos sus productos de maquillaje y Murad (de venta en Sephora) tiene varios productos que lo contienen, entre ellos un brillo-bálsamo de labios con protección solar. Calvin Klein lo incluye también en su perfume Eternity Moment y la marca orgánica Korres tiene una gama dedicada a esta fruta.