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Se montará a dos millas de la vertical del Faro del Pescador, en Santoña, y con ella se estrenará la planta de generación que contempla otros nueve generadores

La botadura es inminente. Iberdrola está a punto de echar al agua la boya experimental con la que estrenará la planta de generación de energía en de olas. Los técnicos ultiman su puesta a punto en el muelle del dique de Gamazo para luego montar a dos millas de la vertical del Faro del Pescador, en Santoña, el prototipo tecnológico con la que estrenará la planta de generación de energía de las olas.

La empresa esperaba poder materializar este proyecto I+D antes de verano. Pero, según explicó Javier Zaldibea de Iberdrola, la meteorología y las múltiples pruebas a que se ha visto sometido este ingenio demoró su botadura. No obstante, avanzó que «la botadura es inminente», aunque ayer se negó a revelar el día y la hora de ese acto.

La boya tiene una longitud de 38 metros: 7 metros sobresaldrán por encima del nivel del mar, y el resto quedará sumergido. El sistema mecánico, hidráulico y electrónico del interior de la boya pesa 12.000 kilos. Con la carcasa, la boya pesa 70 toneladas. En ella van instalados los módulos que captan y transforman la energía de las olas.

La tecnología se ha fabricado e importado de Estados Unidos, pero el prototipo externo, el diseño y la construcción de la boya se ha realizado íntegramente en Cantabria. Una vez que entre en funcionamiento este artilugio, operará en solitario durante un año. Luego, cuando estén monten los otros nueve generadores de este Parque Merino de Boyas, pionero en España, producirá energía para atender unos 2.500 hogares al año. También se construye en un polígono de Santander la subestación que, vía cable submarino, recibirá la energía y desde esa instalación subterránea trasladarla a la red eléctrica.