La ducha ha pasado de ser un hábito de higiene a ser un momento íntimo y de disfrute. A la gran mayoría de los españoles les encanta darse una ducha, un momento que aprovechan también para planificar la jornada, cantar bajo el agua, jugar con los hijos o disfrutar de un espacio para la relajación personal.
Por lo general empleamos entre 5 o 10 minutos en ducharnos, duración que aumenta cuando el objetivo es relajarse o desconectar. La preocupación por el ahorro del agua, el hecho de que los pisos sean cada vez más pequeños, y que cada vez disponemos de menos tiempo, reflejo todo ello del estilo de vida actual, hace que cada vez sea mayor la demanda de duchas sobre las de bañeras.
El 90% se ducha cuando se sienten sucios, el 81% después de hacer deporte o el 82% cuando tienen calor. Los momentos del día preferidos son nada más levantarse y antes de acostarse y suelen hacerlo al menos una vez al día.
Además los españoles tenemos muy claro nuestras herramientas para ello: utilizamos preferentemente para ducharnos gel de ducha, una esponja y champú.