Juan Lario es un artesano de la cerámica cuyas obras están repartidas por los cinco continentes. Continuador de un taller familiar fundado en Lorca que data del 1600, sus trabajos van más alla de lo meramente artesano, para alcanzar un alto nivel artístico. Miles de piezas y diseños conforman su catálogo, muchas de ellas con dibujos rescatados de otros siglos. El primer Lario que se estableció en Lorca en el siglo XVII procedía del norte de Italia. Entre sus descendientes está el taller de Lario Carrillo con sedes en Lorca y Totana, donde Juan Lario mantienen la tradición de trabajar el barro en sus distintas variantes. Su especialidad es el mosaico, fuentes ornamentales de jardín y murales.
– ¿Que trabajos de los muchos que lleva realizados le llenan más de satisfacción?
– He hecho la cocina de la Reina Sofía, y también la de la casa del Príncipe Felipe. Además, de los diecisiete cuartos de baño que tiene la residencia de los Príncipes de Asturias, doce los realicé yo.
-¿Quién eligió las piezas y el diseño para las residencias reales?
-Creo que fue la propia reina doña Sofía. Ella tenía catálogos de diversas firmas y finalmente optó por los que le presentó la firma Alvaro Guadaños de Madrid, que es quien distribuye allí mis trabajos. Luego está Patrimonio, que creo son los que se ocupan de los detalles. Cuando estaba haciendo la casa del Príncipe, su novia era Eva Sanum, pero ella no intervino en la decoración. Fue la reina la que eligió, con muy buen gusto y criterio. Optando en todo momento por diseños sencillos, de calidad y nada ostentosos.