Si quiere darse unos buenos baños relajantes, lo primero poder disponer de un mínimo de media hora para desconectar del mundo exterior por completo. Para un mejor disfrute de nuestros baños relajantes, una música suave y unos buenos aceites esenciales.
Seguidamente, prepare todo aquello que puedan necesitar para los baños relajantes, déjeselo a mano y no olvide poner una música suave de fondo, la música melódica, clásica o renacentista suele ser ideal para sacudirnos de encima el estrés.
La temperatura ideal del agua para los baños relajantes, oscila entre 30/32 grados. Perfúmela con aceites de baño con importantes propiedades, aunque los aceites esenciales son los de romero o lavanda, ya que éstos son especialmente relajantes. Cuando uno se baña, el agua caliente y el vapor hacen que los poros de nuestra piel se abran y estén más receptivos a las propiedades terapéuticas y curativas de hierbas y plantas.
Aceite de pino: relajante y muy apropiado para las personas afectadas de reumatismo.
Aceite de menta: estimulante, refrescante y analgésico.
Aceite de eucalipto: estimulante y balsámico.
Aceite de romero: relajante, desinfectante y curativo.
Aceite de lavanda: relajante y tonificante.
Pero si hoy no dispone de éstos productos para los baños relajantes, siempre hay remedios caseros para todo. Se puede preparar una infusión bien fuerte de manzanilla, menta o valeriana y diluirla en su bañera, o en su defecto, un buen puñado de sal gorda.
Otros consejos caseros para los baños relajantes
Para los baños relajantes aromático: basta mezclar un cuarto de taza de aceite de bebés con unas gotas de perfume en la bañera llena de agua.
Para los baños relajantes: agregar al agua caliente o tibia según se quiera media taza de bicarbonato de sodio.
Para un baño muy agradable: poner dos cucharadas de aceite para broncearse en una bañera de agua caliente.
Uno muy particular: se logra con la mezcla de seis cucharadas de mostaza con un puñado de sal. Se debe agregar al agua cuando la bañera se está llenando.
Unos baños relajantes, suavizantes: se logra con media taza de leche en polvo, simplemente se le agrega al agua tibia de la bañera.
Un baño de espuma: se pone una tapa llena de champú bajo el chorro de la bañera mientras ésta se llena hará un baño maravilloso. A falta de champú también se puede usar una pastilla de jabón.