Dicen las leyendas indígenas de Colombia que el mohán era un hombre que tuvo la visión de la conquista española y sus horrores, mucho antes de que sucedieran. Espantado y medio loco, huyó a los montes y con el tiempo se erigió a sí mismo en Señor de los Ríos.
La mitología popular le retrata como un hombre viejo, alto y greñudo, con el cuerpo cubierto de pelo y el cabello muy largo, de mirada terrorífica y uñas largas. Se cuenta que le gusta la juerga y los problemas, por lo que de cuando en cuando baja a los pueblos a beber y a buscar a las mujeres jóvenes.
También se dice que no trae nada bueno; entre sus travesuras está la de enredar las redes de los pescadores en el río Magdalena, llegando incluso a ahogarles. Para estar a bien con él, y sabida su gran afición por ser fumador, la gente del pueblo le deja tabaco en las rocas cercanas a los ríos.