El empleo de agua y lodo para tratar distintas dolencias se practica desde la Antigüedad. Tanto griegos como romanos e incluso egipcios probaron los beneficios de la hidroterapia. Hoy, balnearios y spas se han convertido en una atractiva alternativa al descanso tradicional. En ellos se administran todo tipo de tratamientos orientados a devolver la salud y el bienestar a quienes los disfrutan. De hecho, baños (en aguas termales o marinas), duchas, masajes y curas con lodo o arcilla son algunas de las posibilidades más conocidas, pero hay muchas más. Los balnearios y spas españoles han sabido complementar la riqueza termal de unas aguas con abundantes propiedades terapéuticas con nuevas técnicas para convertirse por derecho propio en auténticos complejos de salud, bienestar y belleza.