Desde la antigüedad, el ser humano ha estudiado y disfrutado de las propiedades del agua. Fuentes, estanques, termas han estado presentes en las más refinadas y sutiles civilizaciones, que conocían ya los beneficios que el agua puede reportar sobre el cuerpo y la mente.
La salud, la belleza y la prevención del envejecimiento centran los cuidados y atenciones en nuestro tiempo. La tecnología y el saber tradicional se conjugan al servicio del bienestar.