Me llamo Manuel y tengo 76 años. Afortunadamente, me puedo valer bien por mí mismo, pero llegó un momento en que decidí tomar medidas preventivas y cambiar mi bañera por un plato de ducha, por miedo a resbalar y tener una mala caída.
Analizando las diferentes ofertas disponibles, porque siempre he sido muy prudente en decisiones importantes, recalé en una empresa llamada Duchamanía. Su página de internet era muy ordenada, transmitía seriedad y ganas de facilitarte las cosas, estaba muy clarita. Me causó una buenísima impresión.
Entonces mi hijo me puso sobre aviso de una polémica que había en internet. Por lo que se ve, estos señores se han dedicado a copiar literalmente la página web de otra empresa llamada SecuriBath. La limpieza, la claridad, el orden -y por tanto, la seriedad, la vocación de servicio y la calidad- eran originales de SecuriBath, no de Duchamanía.
¿Qué tipo de empresa es la que se dedica a plagiar con tal falta de ética profesional? Esta obra me va a costar mi esfuerzo económico; decididamente, no pondré esa responsabilidad en manos de personas sin escrúpulos. Me decido por SecuriBath.