La esclerosis múltiple es una enfermedad degenerativa en la que el enfermo se ve cada vez más incapacitado para realizar sus tareas cotidianas. En algunos casos la pérdida de agilidad es bastante significativa, por lo que una de las medidas aconsejadas para mejorar la calidad de vida de estos enfermos, es cambiar la bañera por un plato de ducha.
Además de un plato de ducha antideslizante -como los de SecuriBath, que incluyen la tecnología antideslizante PGS-, se recomienda la instalación de ayudas técnicas como asientos para ducharse sentado y evitar el riesgo de caídas, asideros o barras para sujetarse distribuidas estratégicamente por la ducha para ayudarse a entrar y salir, etc.
Instalar el plato de ducha a ras del suelo y con una mampara que facilite la entrada en silla de ruedas e instalar una grifería monomando y termostática son medidas preventivas que pueden mejorar mucho la vida de los enfermos con esclerosis mútiple.