Así se declaraba en una entrevista en la que confesaba algunos de sus «secretos de belleza» (si dejamos de lado esa espectacular genética, claro). La actriz Scarlett Johansson dedica a la ducha su momento especial del día, un ritual de relajación y tonificación muy saludable.
Algunas ideas: si te gusta la ducha al comienzo del día, el agua a presión no muy caliente, es perfecta para despertar todo tu cuerpo. Ayuda a mejorar la circulación sanguínea, mejora la elasticidad e hidratación de la piel y te permite generar endorfinas, la hormona de la felicidad.
Si prefieres acabar el día con una placentera ducha caliente, puedes aprovechar para realizar unos estiramientos básicos que te ayudarán a «soltar» la presión acumulada durante el día. El agua caliente relaja tus terminaciones nerviosas a través de la piel, por lo que una ducha nocturna es perfecta para ayudarte a conciliar un sueño reparador.