Las ventajas son casi infinitas pero las más importantes nos llevan a pensar en seguridad y accesibilidad en el baño. Además el ritmo de vida casi no nos deja bañarnos y el respeto por el medio ambiente nos obliga a darnos una buena ducha, estimulante y confortable. Una ducha nos proporciona bienestar y placer. Es más cómodo, rápido y ¿sabías que ahorras 150 litros cada vez que te duchas?
Las obras son mínimas, una pequeña actuación de albañilería y fontanería y tienes tu ducha en tan solo 24 horas. La obra consiste en sustituir nuestra bañera por un plato de ducha y una grifería adaptada. La ducha al ser más baja, se necesita poner azulejos en el lugar que previamente ocupaba la bañera, así como en la zona de la grifería.
Las soluciones son varias a la hora de cambiar los azulejos. Podemos aprovechar los originales del cuarto de baño, para cubrir el espacio que deja la bañera o bien elegir revestimientos que se adapten en color y texturas a lo que tenemos. Podemos recrear un nuevo zócalo o cubrir la pared completa. Encontrarás una ilimitada oferta de revestimientos que llenarán de glamour y confort tu baño.
Es muy importante elegir elementos seguros y de calidad. Los platos de duchas debes ser antideslizantes y, si puedes, una grifería termostática te evitará algún susto por quemadura.