El estilo campestre es amable, natural, funcional y muy resistente. Los colores que se llevan son los propios de la naturaleza, marrones, verdes, rojos…
La madera, la piedra, el metal, el ladrillo y los cerámicos de antaño son los ideales. Los adornos deben ser lo más artesanales posibles, antiguos… Las reliquias de la abuela son la mejor opción, una palangana, un espejo algo deteriorado…
El color ideal para las toallas es el blanco además desprende y refleja mucho la luz.
La decoración campestre es ideal para baños amplios y con mucha luz natural, los grandes ventanales de madera son su seña de identidad. Suelen ser baños de lujo, cuyos sanitarios se prefieren en piedra o pizarra.