El poliuretano es un material al que cada vez se le dan más usos. Ya estaba presente en nuestras vidas como un potente aislante en las casas, la espuma de poliuretano se utiliza para la fabricación de colchones, muebles, asientos de coches. Recientemente este material plástico se había utilizado también para desarrollar calzado especializado (deportivo y de trabajo) por su versatilidad, capacidad de aislamiento y flexibilidad.
Ahora han adaptado el poliuretano a platos de ducha, lo que supone una solución más para los baños. No es un material que sea particularmente estético pero si tiene cualidades interesantes para la seguridad en el baño, como amortiguar las caídas, gracias a su superficie blanda. Se trata de un desarrollo entre la empresa Baños10 S.L. junto con la multinacional Bayer, proyecto que se ha llevado desde España gracias a los fondos europeos que gestiona el CDTI.
Este nuevo plato de ducha es antideslizante, además se adapta a la huella del usuario, proporcionando una sensación ergonómica. Esta serie de atributos hace que resulte ideal para centros sanitarios y residencias de ancianos.