Según las estadísticas, la curva de edad de la población en nuestro país (y en el mundo en general), muestra una clara tendencia ascendente. ¿Es que cada vez somos más viejos? La respuesta es otra: es que cada vez vivimos mejor y, por tanto, somos más longevos.
Garantizar una buena calidad de vida a partir de cierta edad, es la clave para disfrutar de una madurez tranquila y satisfactoria. Cambiar la bañera por un plato de ducha es una decisión muy acertada a cualquier edad, pero en el caso de la tercera edad es casi una necesidad. Con la edad, nuestros reflejos disminuyen, aumentando la probabilidad de resbalones y caídas. En el caso de un entorno húmedo como es el cuarto de baño, una caída es doblemente peligrosa. ¿Para qué arriesgarse?
SecuriBath cambia tu bañera por un plato de ducha antideslizante y sin obstáculos de acceso. En el mismo día, es cuestión de horas. Y sin obras molestas en casa, con facilidades de pago y hasta 10 años de garantía. Instalar una ducha en casa puede significar seguir disfrutando de total autonomía para poder ducharse sin ayuda, ganar en comodidad y espacio, ahorrar agua y energía… En definitiva, pasarse a la ducha es vivir mejor.