El baño es, junto con la cocina, la estancia de la casa donde se producen más accidentes y además suelen ser graves. Los niños y los mayores son potenciales víctimas de estas habitaciones, que a menudo, usamos como botiquín, almacén de productos tóxicos de limpieza, objetos cortantes como cuchillas o tijeras… A todo esto le sumamos las condiciones especiales de la estancia, suelos resbaladizos, espacio reducido normalmente, enchufes… y tenemos un lugar a respetar.
Todo cuidado y precaución es poco en el baño. Se trata de minimizar los riesgos. Si hablamos de los más pequeños evita que el niño esté el menor tiempo posible en el aseo, por supuesto nunca solo. A la hora del baño abre primero el grifo de agua fría y después el de la caliente para ir templándola hasta llegar a los 35º, coloca protectores en los enchufes, cierra la tapa del váter y mantén el suelo siempre seco para evitar que se escurran. La seguridad es cuestión de salud.
Securibath ha elaborado una guía muy interesante sobre consejos y sus soluciones para que estar en el baño sea un placer y no un riesgo.
- Evita en todo lo posible los resbalones. Para nuestros mayores porque pierden el equilibrio con facilidad y para los más pequeños porque son muy activos. Si tienes el suelo puesto, la mejor opción son las alfombras especiales antideslizantes, muy versátiles y funcionales y con diseños increíbles tanto para fuera como para el interior de la bañera
- El orden es importante siempre pero en el baño más, sobre todo si pensamos en los niños. Coloca las cuchillas, medicamentos bajo llave o donde ellos no alcancen (piensa que hay muchos enanos con espíritu escalador).
- Ten un termómetro a mano para medir la temperatura del agua.
- Es recomendable quitar el pestillo de seguridad, tanto para los niños como para los mayores. O colocar uno de esos modelos que se pueden manipular desde fuera.