La hidratación es todavía un concepto que nos resulta más familiar referido a la piel que al organismo entero. Sin embargo, constituye un aspecto importante de la salud. El agua resulta esencial para el funcionamiento de los sistemas fisiológicos y beberla en la cantidad, la frecuencia y la calidad adecuadas puede prevenir el desarrollo de numerosos trastornos comunes o graves. E l cansancio, la hipertensión, las molestias digestivas, los eccemas o las dificultades para concentrarse, entre los problemas, pueden guardar relación con la hidratación insuficiente.
Pero, ¿basta con beber cualquier liquido para hidratarse? ¿Hay tipos de agua que resultan más hidratantes que otros? ¿La dieta desempeña algún papel en la hidratación? Las respuestas a estas y otras dudas pueden favorecer un salto adelante en el cuidado cotidiano de la salud.