El papel higiénico es uno de esos productos que compramos en cantidades industriales y nunca sabe muy bien dónde esconderlo. Admitámoslo, una pila de rollos de papel higiénico en una bolsa de plástico en la esquina de nuestro cuarto de baño, no es particularmente estético.
La verdad que habíamos visto con anterioridad cómo se rescataba y recliclaba los cilindros de cartón del rollo para actividades artísticas, pero esto combina combina practicidad y diseño en un soporte original para los rollos.
Se trata de PQtier, así lo han bautizado Presse Citron. Se puede adquirir en varios colores y decorar con los rollos que más nos gusten. Eso si, se necesita una baño espacioso para este “cuelga-rollos” mide más de un metro de alto y más de medio metro de ancho. Tampoco es particularmente económico. Eso si, original y bonito desde luego.