Se acerca el verano, los días comienzan a alargarse, uno se va poco a poco desprendiendo de prendas y llega el momento del año en el que uno se plantea deshacerse de esos kilos acumulados en el invierno. Se acerca la época de los gimnasios y las dietas.
Hay muchos mitos respecto a las dietas y a todos nos surgen preguntas, ¿es buena la dieta de las proteínas? Los frutos secos…¿engordan o no? ¿hay algún alimento que adelgace? Para resolver estas y otras dudas solo podemos contar con los estudios científicos. Según un estudio de llevado a cano en Harvard, comer yogur y frutos secos de cáscara dura como nueces y almendras, son más efectivos para adelgazar que la fruta o la verdura (esto es una auténtica novedad). Entendemos que se trata de comer con moderación, pero se ha hablado mucho de las bondades de esos alimentos.
Otro dato que resulta curioso, es que dormir quema grasa, la falta de sueño no ayuda a adelgazar según un estudio de la Universidad de Chicago, mejor intentar dormir 8 horas cuando estemos a dieta. En esta línea de sorprendentes descubrimientos, resulta que imaginar que comemos, sacia. Un estudio de la Universidad Carnegie Mellon, así lo demuestra, si nos entran muchas ganas de comer bollos, solo tenemos que imaginar que lo hacemos, en grandes cantidades, y así nuestro cerebro se calmará (¡qué cosas!).
Respecto a la famosa dieta Duncan, son varios los estudios que alertan de su peligrosidad, además de el famoso efecto “rebote” es una dieta que somete a mucho estrés al organismo, que puede tener consecuencias a largo plazo. Lo que si que están todos de acuerdo es en la necesidad de comer lento, se llega antes a la sensación de estar lleno cuando nos tomamos la comida con tranquilidad.
Por último, y como método para incentivar a los que se lanzar a una dieta, tener presente que según la Universidad Kent State, adelgazar mejora la memoria y la capacidad de concentración. Solo hace falta un poco de voluntad.
