Ha llegado el verano, ¡por fin! etapa de disfrutar de las vacaciones, el descanso y bondades de Lorenzo. Estamos acostumbrados a escuchar lo malo que es el sol, lo peligroso que es y el cuidado que hay que tener. Llegados a este punto uno solo quiere pegarse un atracón de sol, aunque sea sentado en un banco. Por ello, hoy hacemos una apología del sol, resaltando todas sus bondades.
Como es bien sabido el sol ayuda a producir vitamina D en nuestro cuerpo que es esencial para la mineralización de los huesos. Los rayos UVA también son buenos para la piel, siempre que se tome en su justa medida. De hecho, es recomendable para aquellos que sufren de acné.
El sol también estimula las defensas aumentando el número de glóbulos blancos o linfocitos, las células encargadas de la primera defensa frente a la infección. Además, equilibra el colesterol, se ha comprobado que los niveles de colesterol son menores en verano, en parte porque la luz UV es necesaria para metabolizar el colesterol, y cuando tomamos el sol disminuye el nivel de colesterol y evita que pegue a las arterias.
Por último, el sol es un comprobado antidepresivo, mejora la calidad de sueño y favorece la vida sexual. La primavera ya está aquí, solo hay que esperar que salga el sol.