Uno vuelve de verano, y además de tener que soportar los atascos, el jefe, la vuelta a la oficina, observa, aterrorizado , cómo se desvanece el codiciado moreno. Ese que tanto ha costado adquirir a base de embadurnarse cada mañana en dosis ingentes de crema protectora, a base de evitar las “horas malas” de sol. Nuestro preciado dorado playero o montañero para desaparecer a la tercera ducha y después de haber pasado tres largas jornadas delante del ordenador.
Pues existen una serie de “medidas” que se pueden tomar para alargar la buena cara. Lo primero a tener presente es que hay que hacerse un “peeling” para deshacerse de las células muertas en la piel y manternerse muy hidratado. El sol seca mucho la piel, para lo cual es esencial beber mucho agua a lo largo del día y hacerse con una buena crema hidratante. Además, para mantener durante más tiempo el color dorado del sol en nuestra piel lávate la cara con una infusión de té, después de lo que es necesario hidratarse.
Si quieres reforzar ese bronceado también es una buena idea utilizar la pulpa que queda después de licuar la zanahoria y aplícala como una crema en tu rostro y cuerpo. Así como tomar frutas como moras, sandía o melón; verduras tales como el tomate y las zanahorias; y el pepino y las acelgas dentro de la gama de las hortalizas. Con estos pequeños pasos, podrás alargar tu buena cara unas semanas.
