¿Interesado en cambiar las baldosas y azulejos de tu baño? La elección puede ser muy variada dependiendo de los tipos de cerámicas elegidas.
Las baldosas o azulejos cerámicos son piezas de poco espesor fabricados a base de arcilla y agua. Dependiendo de la porosidad del tipo de material presentan peculiaridades lo que afecta, también, a la resistencia a la abrasión o al rayado. Los acabados y sus diseños varían también dependiendo del material.
Estos son algunos tipos de cerámicas tanto para baldosas como para azulejos:
- Gresite: Material muy resistente. Se utiliza habitualmente para forrar piscinas aunque se emplean en los cuartos de baño y cocinas para decorar. Por su pequeño tamaño son tipos de cerámicas que resultan agradable visualmente.
- Gres porcelánico: Se fabrican a partir de sistemas de presado y son más resistentes. Por su baja porosidad tiene una baja absorción de agua.
- Gres rústico: Se fabrican a partir de sistemas de extrusión. Es grueso e imita al barro cocido. No es poroso, es más resistente a las manchas y a la abrasión.
- Baldosín catalán: Tipos de cerámicas basados en barro cocido a gran temperatura. Se encuentran en tonos naturales y tienen poros abiertos.
- Barro cocido: Se fabrica manual o semiartesanalmente. Es más rústico y poroso. Absorbe más fácilmente la suciedad y la grasa.
- Porcelánico: Vitrificado y pintado, con el mismo grosor. Imita el acabado de metales, óxidos, cuero y terciopelo.
La elección de las superficies son vitales en el interiorismo. Las cerámicas permiten aunar las propiedades estéticas y cualidades técnicas que exigen a un recubrimiento. El material que cubre las superficies debe exigir un bajo mantenimiento, gran durabilidad, fácil limpieza y desinfección, resistencia al deslizamiento, incombustibilidad y la adaptación de formas y tamaños.
Además de todo esto, los tipos de cerámicas que elijas tienen que eliminar cargas electrostáticas, aislar térmica y acústicamente, respetar el medioambiente y ser flexibles. El parqué cerámico es un excelente conductor de calor, una buena elección si se combina con calefacciones de suelo.
La versatilidad de sus texturas irradian confort y conformidad, permitiéndote estar en sintonía con el entorno.