Las caídas son la forma más habitual de accidente en personas de tercera edad. Según datos de INE (2013), las caídas accidentales fueron la segunda causa externa de muerte (con 2.672 fallecidos). Además hay que sumar que 295 personas fallecieron por un desmayo, tropiezo o resbalón, cifras alarmantes que ponen la alarma en qué puede ocurrir en el hogar para que tantos accidentes tengan lugar.
La movilidad reducida, reflejos disminuidos o la poca agilidad son la principal causa para que estos accidentes tengan lugar.
Otro principal punto para tener en cuenta las caídas son las enfermedades. Aunque una de cada tres personas mayores de 65 años se caiga al menos una vez al año, es habitual que sea una enfermedad la que propicie las caídas. Las patologías infecciosas del sistema respiratorio o urinario, descompensaciones de patología cardiorrespiratoria, las patologías cardiovasculares, neurológicas-psiquiátricas u osteomusculares son una razón importante para las caídas.
Pero además de las causas propias de la edad y de las enfermedades hay que sumar una serie de elementos en los hogares que aumentan las posibilidades de sufrir caídas mortales en la tercera edad: alfombras, muebles móviles, cables, mala iluminación, bañeras…
¿Cómo se pueden evitar las caídas mortales en la tercera edad?
Es importante tener claro que las caídas mortales en la tercera edad no se pueden reducir del todo, pero es posible reducir las opciones de sufrirlas. De haber sufrido una caída es importante ser diagnosticado y conocer la razón que ha provocado la caída. Un buen diagnóstico te dará las pistas necesarias para poner solución a la caída y reducir al máximo los riesgos.
El ejercicio físico regular, caminar y mantenerse activos mejorará la musculatura y ayudará a que, si bien puede caerse, estas caídas no tengan resultados fatales.
Reducir las barreras arquitectónicas y elementos peligrosos en el hogar es otra opción a tener muy en cuenta. La mayoría de las caídas tienen lugar en el hogar, por lo que es el principal lugar a revisar.
Las alfombras o los muebles no fijos suponen un riesgo importante de sufrir caídas, ya que los resbalones son muy habituales con ellos. Del mismo modo los cables por el suelo aumentan las opciones de sufrir una caída por un descuido.
En el cuarto de baño baraja la opción de cambiar la bañera por una ducha. Eliminarás complicaciones a la hora de acceder y de moverte. Las bañeras son un foco importante de caídas mortales en la tercera edad, así que una ducha antideslizante es un elemento a considerar.
Pero si hay algo importante y que debe tenerse en cuenta es la iluminación. Una mala iluminación es una razón clara para sufrir caídas ya que la visión no trabaja del mismo modo, reduciendo la efectividad de los reflejos.
Recuerda: las caídas son imposibles de evitar pero con unos pequeños gestos podrás reducir al máximo sus riesgos y las opciones de sufrir caídas mortales en la tercera edad.