La ONU necesita una revolución cultural sobre el agua

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revolución cultural sobre el agua

«Como todavía hay agua, no se quiere reconocer que ese agua es finita», declaró el pasado 18 de noviembre Juanita Castaño, ex-viceministra de Asuntos Exteriores, a eldiario.es. Castaño hacía estas declaraciones debido al final de los 11 años de vigencia de las conclusiones extraídas en 2004 por la ONU que afirmaban que es necesaria una revolución cultural sobre el agua.

El informe emitido por la UNSGAB (Consejo Asesor del Secretario General de la ONU sobre Agua y Sanidad), alertaba sobre la inminente falta de agua y una situación problemática sobre el uso de este elemento básico para la vida. El informe emitido durante el mandato de Kofi Annan al frente de la ONU, alertaba sobre una necesaria revolución cultural sobre el agua, un cambio de mentalidad sobre cómo emplear este elemento natural y cómo preservarlo.

Según se extrae del informe emitido por la UNSGAB, sin una revolución cultural sobre el agua, cambio de hábitos y políticas relacionadas con el agua, el planeta puede enfrentarse a una falta de agua en 2030. De este modo, las Naciones Unidas advierten de que no podrían cumplirse con las necesidades sanitarias para entonces.

Castaño, y otros miembros de las Naciones Unidas y otras agencias e instituciones implicadas en el problema del agua, advierten de que es necesario tratar el problema del agua como prioritario, y no como un tema marginal o trasversal a otros temas que trata la ONU. La ex-viceministra de Asuntos Exteriores colombiana afirmó que es necesaria una mayor coordinación para emplear de forma más eficiente los recursos económicos, y en especial el agua.

El informe de la UNSGAB extrajo siete grandes conclusiones:

1.- Prestar atención al agua: crear la necesidad de actuar ahora y en el futuro

El agua es un recurso infravalorado y mal gestionado. Muchos países necesitan una normativa mejor para gestionar el recurso. Se necesita un plan de acción para actuar ahora y comenzar a mejorar la potabilidad del agua, permitiendo el acceso de millones de personas.

2.- Beber agua: más, gestionado, monitorizado y seguro

Los gobiernos deben garantizar el acceso a agua potable, sana y segura a todos los ciudadanos. Es necesario redoblar esfuerzos para hacer accesible el agua a todos.

3.- Hacer que la sanidad del agua sea universal

Es necesario que todas las personas tengan acceso a una agua limpia y sana. El agua ayuda en la higiene en la sanidad, es importante que este recurso llegue a todos en las mejores condiciones posibles.

4.- Priorizar el sector del agua

Aportando ayudas económicas o subvencionando el agua, los gobiernos deben abastecer a la población de un bien de primera necesidad  como es el agua, sin que esta se convierta en un bien de mercado o de negocio.

5.- Mejorar la gestión del agua

Como parte de la revolución cultural sobre el agua es prioritario aportar medios para mejorar la gestión del agua, el control sobre él y las vías y recursos para poder garantizar un bien limpio y accesible.

6.- Prevenir la polución y mejorar el tratamiento del agua

Es importante reducir los niveles de polución y contaminación, pero también mejorar el tratamiento que se le da al agua, garantizar un servicio de limpieza e higiene del agua, que ayude a mantener y tratar este recurso natural en mejores condiciones.

7.- Promulgar la protección y prevención de muertes por desastres relacionados con el agua

El cambio climático, la urbanización y la pobre gestión del agua incrementan los desastres y los peligros relacionados con el agua. Evitar, prevenir y paliar estos desastres debe ser añadido a los planes de desarrollo y de protección social.