¿Cómo funciona un grifo? ¿Qué mecanismo sigue un grifo para emitir más agua o menos?

A pesar de ser uno de los elementos más habituales en el hogar, los grifos tienen un mecanismo que no todo el mundo conoce. El grifo se compone de un mando, que es el encargado de gestionar el flujo del agua, y el canal o los canales.

Cuando el mando está cerrado un disco de goma bloquea el paso del agua, evitando así que el canal expulse agua. Este mecanismo de cierre, aunque parece simple, permite que el agua no corra, evitando así posibles goteos y pérdidas de agua en el baño.

Actualmente, los grifos monomando son los más habituales, aquellos que en un solo mando permiten regular el flujo de agua y decidir la temperatura a la que sale el líquido elemento.

Al accionar el mando, en posición central, los flujos de agua caliente y fría discurren de igual manera por el grifo, permitiendo que el agua que obtengamos sea agua templada o del tiempo.

En cambio, el objetivo del grifo monomando es que el usuario pueda disponer del agua a la temperatura que más le guste. Por eso, el mecanismo del grifo incluye un elemento interior que gira al mismo ritmo que el mando, y que abre o cierra el canal del agua.

De este modo, si el grifo gira hacia el lado del agua caliente, obtendrás un chorro de agua caliente, mientras que si el giro se realiza hacia el lado opuesto, el del agua fría, el caudal del agua tendrá una temperatura baja. El mecanismo parece sencillo, pero requiere de precisión para poder funcionar correctamente y ofrecer al cliente el agua a la temperatura, y con el caudal, que desea.

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