La limpieza del baño es fundamental. Del proceso de limpieza puede depender el número de microbios y bacterias que quedan acumuladas en la estancia más húmeda de la casa. Limpiar el lavabo o el resto de elementos del baño debe hacerse cuidadosamente para mantener su aspecto del elemento así como para garantizar el máximo de seguridad y limpieza en su utilización posterior.
Cada elemento requiere de un cuidado especial pero probablemente sea el lavabo uno de los que necesita de una limpieza más profunda. Su continua utilización, como espacio donde te lavas los dientes y te limpias la cara o las manos, hace que limpiar el lavabo sea una tarea esencial para no contagiarte de bacterias.
Aunque el proceso pueda parecer complejo a simple vista, lo cierto es que no lo es tanto. La experiencia te enseñará que se trata de un proceso mucho más sencillo de lo que esperas, y que podrás hacer en unos pocos minutos. Eso sí, aunque sea rápido y sencillo, no quiere decir que deba descuidarse ningún paso, ya que todos estos pasos para limpiar el lavabo harán que luzca como el primer día y puedas utilizarlo una y otra vez.
Los pasos básicos para limpiar el lavabo son:
1.- Elimina restos
Es habitual que el lavabo se convierta en un lugar donde queden restos de pelos, dentífrico o arenilla retirada al lavarte las manos o la cara. Estos restos no suponen mayor problema pero es imprescindible su retirada para la limpieza posterior del lavabo.
Si eres escrupuloso puedes ponerte unos guantes para retirar los pelos y demás elementos. Este paso es obligatorio si el lavabo que vas a limpiar no solo lo utilizas tú y, por tanto, no sabes qué puede haber. Retira todos los restos que puedas quitar con la mano y envíalos a la basura.
2.- Repasa la superficie con un paño húmedo
Una vez los restos están retirados y sin peligro de rayar la superficie, puedes frotar todo el lavabo, incluyendo la encimera y la grifería, con un paño húmero, una esponja o un limpiador. Basta con mojarlo un poco en agua y escurrir el sobrante.
Este repaso de la superficie del lavabo te ayudará a retirar los restos grandes que han podido quedar adheridos al lavabo para después limpiarlo con los productos correspondientes. Es importante que este paso se haga una vez se han retirado los elementos grandes ya que así evitarás que la superficie se dañe.
Puedes añadir jabón en el proceso. Conseguirás un resultado mucho más óptimo. El jabón puede ser opcional en caso de que el lavabo no esté muy sucio y baste con un simple repaso.
3.- Aplica lejía para desinfectar y limpiar el lavabo
Una vez has pasado el lavabo con un paño húmedo puedes proceder a aplicar lejía en los muebles del lavabo y del resto del cuarto de baño y retirar todo tipo de resto bacteriológico, humedad o moho. La lejía necesita un momento para actuar por lo que deja un par de minutos para que retire todos los restos de óxido y moho y después procede a retirarlo.
Moja la superficie con agua y la suciedad se irá por el desagüe. Para secar la superficie pasa de nuevo con un paño húmedo con el que retirarás el agua sobrante y tendrás listo el lavabo.
Como ves, limpiar el lavabo no es una tarea muy complicada pero requiere de atención y trabajo constante. Mantener tu baño en perfecto estado está en tu mano.
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