Ahora que entramos en Otoño, aunque el tiempo parece que se resiste, más que nunca necesitamos tener una eficiencia energética óptima en nuestra vivienda. Esto nos hará ahorrar en nuestras facturas y ayudar a mantener un planeta más limpio y sostenible.
Tenemos cerca el encendido de nuestras calefacciones, y en el caso de las calderas individuales, siguiendo unos simples consejos, podemos reducir consumos y gastos de posibles incidencias.
▪ Hay que realizar un mantenimiento adecuado de nuestra caldera. Conviene llevar a cabo la inspección anual por parte de personal especializado. Una caldera con mal funcionamiento puede consumir entre 10-15% más de energía y ocasionar una futura avería que puede suponer un alto coste en reparación.
▪ Si la caldera es antigua, conviene cambiarla por una nueva caldera de condensación. Va a gastar considerablemente menos energía manteniendo un buen confort en la vivienda. Son calderas que tienen un gran rendimiento ahorrándonos hasta un 35% respecto a las antiguas y además reducen en más de la mitad la emisión de CO2 a la atmósfera.
▪ Si vamos a cambiar de caldera, hay que mirar siempre el etiquetado energético, ya obligatorio para todas las nuevas calderas. Esto nos hará ahorrar mucha energía.
▪ Al inicio de la temporada de calefacción se deben purgar los radiadores de la vivienda, para que no haya gasto innecesario de energía que no va a darnos el resultado esperado.
▪ Los radiadores han de mantener las superficies limpias, sin elementos que obstaculicen su funcionamiento. Siempre que se pueda es mejor que la parte superior está libre para permitir la convección del radiador y que el aire caliente suba y se reparta por la estancia. También por la parte frontal, si no hay muebles ni obstáculos delante, podrán radiar mejor el calor.
▪ Los purgadores automáticos son fáciles de instalar y ahorran hasta un 10% de energía. Así podremos poner la temperatura de cada estancia a nuestro gusto incluso apagar radiadores que no sea necesario tener encendidos.
▪ Si puede, coloque un termostato programable o crono-termostato. Así podrá variar la temperatura según franjas horarias, bajándose automáticamente cuando no estamos en casa, y subiéndose en las horas que sí permanecemos en ella.
▪ Durante el día, si podemos dejar que el sol entre en la vivienda, tendremos un calor natural que no nos supondrá coste alguno.
▪ Por la noche, mejor cerrar persianas para que actúen de freno ante la pérdida del calor que tenemos en el interior de la estancia.
▪ Revisar las ventanas y puertas para taponar las posibles infiltraciones de aire frío del exterior. Siempre se pueden sellar con silicona, burletes de goma o cualquier otro método sencillo.
▪ Las ventanas con doble acristalamiento van a reducir notablemente nuestro consumo de energía, ya que la mitad de la energía que necesitamos para calentar una vivienda se escapa por ventanas mal aisladas.
▪ La instalación de aislamiento térmico en toda la zona de fachada, si su vivienda no lo tiene, hará reducir nuestro consumo en calefacción. Siempre se puede volver a trasdosar para mejorar el aislamiento con poca obra.
▪ Las temperaturas óptimas depende de cada persona, pero por norma general, para invierno, mantenga entre 19 y 21º por el día y entre 17 y 19º por la noche. Cada grado de más que aumentamos la temperatura se puede consumir entre un 5 y un 7% más de energía.
▪ Cuando vaya a ventilar la vivienda por las mañanas, apague la calefacción. Una ventilación de 10-15 minutos a diario es suficiente para mantener una buena higiene del aire.
▪ Si no va usar la caldera durante un periodo largo de tiempo, mejor desconéctela del enchufe y cierre la llave del gas.
Con estos consejos puede ahorrar en el consumo energético de su vivienda sin darse cuenta. Si tiene cualquier duda, consulta o quiere información sobre calderas individuales, no dude en ponerse en contacto con SecuriBath. Técnicos especializados podrán resolverle sus dudas y hacer las instalaciones o reparaciones pertinentes.