Lo de cambiar la bañera por un plato de ducha ya lo damos por descontado: es el mejor consejo que podemos ofrecer cuando se trata de utilizar los recursos de una forma más consciente.
Y precisamente esta ducha nos permite también ser más conscientes de cómo utilizamos el agua. El ahorro de agua depende de una decisión personal, ya que lo único que hace la Green Shower -como la ha bautizado su creador, el israelí Rami Tareef– es mostrarnos la temperatura alcanzada por el agua para que sepamos exactamente cuándo está lista.
En el proceso de «dejar correr el agua de la ducha» para que se vaya calentando, se desperdician litros y litros de agua. La Green Shower utiliza este agua para generar la electricidad que hace funcionar a una pantalla LCD en la que se muestra la temperatura del agua. De esta forma, sabremos inmediatamente cuándo está caliente y lista para usar. Con esta ducha se pueden ahorrar hasta 1.100 litros de agua al mes por familia. Increíble, ¿no?