Despuès de la ducha, da un paso que puede marcar una gran diferencia en el resto del dìa. Hidràtate, de la cabeza a los pies, con un perfume refrescante.
Date una ràpida ducha tibia y sècate ligeramente para que la piel quede un poco hùmeda. Asì retendras parte de la humedad en la piel cuando te apliqués la lociòn corporal. Empieza por los hombros y continua hacia abajo; utiliza una buena cantidad de hidratante, frota para que penetre y pon un poco màs en las partes màs secas.
El aroma que elijas puede tener un gran efecto en tu estado de ànimo y, si es energìa lo que buscas, el eucalipto (fotografiado a la derecha) no tiene rival. Su tonificante aroma te despejarà la mente, ya que sus components quìmicos sirven al mismo tiempo como desodorante y estimulante del cuerpo. Si el aroma no te gusta, prueba con otros aceites esenciales tonificantes como el romero, el ciprès, el laurel y la albahaca. El limòn y la naranja tambien son refrescantes, pero ten cuidado porque aumentan la fotosensibilidad.