¿SABÍAS QUÉ…? ¿EN LA GRECIA ANTIGUA BAÑARSE ERA SÍMBOLO DE DEBILIDAD?

En la antigua Grecia, bañarse era símbolo de debilidad. Así es, los griegos de la época clásica no eran muy aficionados a bañarse. De hecho, los griegos consideraban que bañarse era perjudicial para la salud y solo lo hacían ocasionalmente. La mayoría de las veces, se limpiaban el cuerpo con aceite de oliva y raspaban la suciedad con una especie de palillo. ¿Te imaginas lo que sería convivir con el olor corporal en pleno verano griego? Afortunadamente, los griegos sí se lavaban la cara, manos y pies diariamente y se preocupaban mucho por su higiene bucal. Aunque hoy nos pueda parecer extraño, en la antigua Grecia la limpieza personal no era una prioridad y un baño en la antigua Grecia era algo mas que un sitio para bañarse.

El baño en la antigua Grecia era para los ricos

Si vivías en la antigua Grecia, lo más probable es que el baño fuera un lujo que pocos podían permitirse. Únicamente los ricos tenían acceso a grandes baños públicos con agua corriente. Para el resto, el baño significaba frotarse el cuerpo con aceite de oliva y usar una especie de raspado para quitar la suciedad.

Los griegos creían que el baño debilitaba el cuerpo, por lo que solamente se bañaban ocasionalmente, generalmente antes de eventos importantes como bodas o fiestas. En su lugar, se limpiaban el cuerpo con aceites perfumados y se raspaban la piel con una herramienta llamada strigil. Los ricos, sin embargo, disfrutaban de grandes baños públicos donde los esclavos les proporcionaban agua caliente, aceites de masaje y raspados de piel.

Algunos historiadores consideran que los primeros gimnasios griegos evolucionaron a partir de estas prácticas de baño. Los hombres acudían no solo a ejercitarse, sino también a bañarse, ser masajeados y socializar. Para las mujeres, sin embargo, el baño público estaba prohibido. Ellas se bañaban en casa empleando agua de lluvia almacenada en cisternas.

A pesar de la creencia popular de que el baño era un símbolo de debilidad, los Juegos Olímpicos de la antigua Grecia honraban al dios del baño, Asclepio. Y aunque el baño diario no era común, la higiene personal sí lo era, ya que los griegos se lavaban regularmente las manos y se limpiaban los dientes. Así que, aunque no fueran fanáticos del baño, los antiguos griegos sí apreciaban la limpieza y la salud.

ruinas de columnas de un baño en la antigua Grecia

Al principio, bañarse era símbolo de debilidad y pereza

En la antigua Grecia, bañarse regularmente no estaba de moda. De hecho, bañarse con frecuencia era visto como un símbolo de debilidad o pereza. Los griegos creían que el agua podía abrir los poros de la piel y dejar entrar enfermedades.

• Solo los atletas y los enfermos se bañaban con regularidad. Los atletas lo hacían para limpiarse después de competir, mientras que los enfermos lo hacían por recomendación médica.

• La mayoría de los griegos se bañaban ocasionalmente, normalmente solo durante los meses de verano. En lugar de bañarse, se limpiaban el cuerpo con aceites perfumados y raspaban la piel con una herramienta llamada strigil.

• Algunos griegos adinerados tenían baños privados en sus casas, pero para la mayoría, los baños públicos eran el lugar donde socializar y hacer negocios. Allí pasaban más tiempo conversando que realmente bañándose.

• No fue hasta la conquista romana de Grecia que las ideas sobre la higiene personal comenzaron a cambiar. Los romanos valoraban la limpieza y el baño diario, por lo que influyeron en los griegos para adoptar prácticas más higiénicas.

Con el tiempo, a medida que los conocimientos médicos avanzaban, los griegos comenzaron a apreciar más los beneficios de la limpieza personal. Sin embargo, al principio, bañarse regularmente era visto principalmente como un símbolo de debilidad o pereza por la mayoría de los antiguos griegos.

 

Los baños termales, un lujo y símbolo de estatus

En la antigua Grecia, los baños termales eran reservados solo para la élite y los ciudadanos más ricos. Asistir a los baños públicos era un símbolo de estatus y riqueza. Los baños termales ofrecían lujos tales como:

Agua caliente para relajarse y socializar. El agua se calentaba mediante un sistema de calefacción subterránea conocido como hipocausto.

Aceites aromáticos y perfumes para untar el cuerpo. Los bañistas se frotaban la piel con aceites de oliva, aloe vera y esencias de flores.

Masajes y tratamientos de belleza. Había esclavos dedicados a masajear y depilar a los bañistas.

Comida y bebida. Se podía disfrutar de comidas ligeras, vino y entretenimiento mientras se socializaba en los baños.

Los baños termales eran también centros sociales donde la gente iba a charlar, hacer negocios y relajarse. Eran puntos de reunión para filósofos, políticos y celebridades de la época.

Asistir a los baños públicos requería tiempo y dinero, por lo que solo las clases sociales más altas podían permitírselo. Para la mayoría de los griegos, un baño significaba simplemente lavarse con una esponja y agua fría. Los baños termales eran un lujo que pocos podían disfrutar.

 

Los baños griegos eran lugares de encuentro y negocios.

Los baños públicos eran más que simplemente sitios para asearse. Eran centros sociales donde la gente se reunía para conversar, hacer ejercicio e incluso comerciar.

Los baños como espacios de socialización

Los baños públicos, conocidos como balaneia, eran muy populares y frecuentados por gente de todas las clases sociales. Allí los hombres podían charlar, discutir política, hacer negocios o simplemente relajarse. Las mujeres también tenían sus propios baños, donde se juntaban a socializar, aunque con menor frecuencia que los hombres.

• Los baños eran puntos de encuentro para los filósofos y sus estudiantes. Allí podían debatir y discutir nuevas ideas mientras se bañaban.

• También eran populares entre los atletas, que acudían a masajear y relajar sus músculos después de los entrenamientos y competiciones.

• Los comerciantes a menudo aprovechaban para hacer tratos y negocios en los baños.

Actividades de ocio y ejercicio

Además de bañarse, en los balaneia se podía participar en otras actividades recreativas como jugar a la pelota, hacer ejercicio o recibir masajes. Algunos baños incluso tenían jardines, bibliotecas y salas de lectura para mayor comodidad de los usuarios.

Los baños griegos eran mucho más que sitios para la higiene personal. Eran centros de reunión esenciales en la vida social de la antigua Grecia, donde la gente podía relajarse, hacer ejercicio, aprender, comerciar e interactuar con otros ciudadanos. Su importancia en la cultura griega antigua no puede subestimarse.

El aceite de oliva, imprescindible para el baño griego

En la antigua Grecia, bañarse era símbolo de debilidad, por lo que solo se hacía por motivos de higiene o salud. Sin embargo, cuando los griegos se bañaban, el aceite de oliva era un elemento imprescindible.

Una práctica poco común

Los griegos solo se bañaban unos pocos días al mes, pues creían que bañarse muy a menudo era dañino para la salud. Sin embargo, cuando lo hacían, era una práctica social donde compartían baños públicos.

Aceites aromáticos

Antes de entrar a las aguas termales, los griegos se frotaban el cuerpo con aceites aromáticos de oliva, que ayudaban a hidratar y proteger la piel del calor y la sequedad. El aceite de oliva era un producto abundante y barato, ideal para este fin. También usaban aceites con hierbas y flores aromáticas que les daban propiedades calmantes y relajantes.

Frotado y enjuagado

Una vez en las aguas, los griegos se frotaban la piel para quitar el aceite, la suciedad y el sudor. Luego se enjuagaban con agua fría o caliente. Al salir, volvían a aplicarse aceite de oliva para hidratar la piel y dar brillo al cabello.

Aunque poco frecuente, el baño era una práctica social importante para los griegos. Y el aceite de oliva, producto básico de su dieta y economía, era fundamental para cuidar la piel y el cabello de la resequedad propia del clima mediterráneo. Hoy en día, el aceite de oliva sigue siendo un excelente hidratante natural, rico en vitaminas y antioxidantes.

Conclusión

Así que ya sabes, la próxima vez que te des un baño, piensa en lo afortunado que eres de vivir en esta época. Los antiguos griegos consideraban el baño como un símbolo de debilidad, mientras que hoy en día es una parte esencial de nuestra rutina diaria de cuidado personal. Aunque los baños griegos estaban reservados solo para los ricos y poderosos, hoy en día todos tenemos acceso a duchas calientes cuando lo deseemos. La próxima vez que te bañes, date un momento para apreciar esta comodidad moderna que damos por sentada. Y la próxima vez que te sientas débil o enfermo, tal vez un buen baño caliente te haga sentir mejor, a diferencia de lo que creían los antiguos griegos.