Tres cuartas partes de la superficie de nuestro planeta está cubierta de agua, pero sólo el 1% de ella es apta para el consumo, ya que el resto se encuentra en los mares o congelada en los casquetes polares. Si continuamos con el ritmo actual de consumo en 2025 los humanos consumiremos el 90% de las reservas potables del planeta, y lo peor es que su reparto será muy poco equitativo. La escasez de agua le convierte a menudo en foco de tensiones y conflictos armados por hacerse con su control.