Como un efecto colateral, al estallido de la burbuja inmobiliaria que venimos padeciendo en España, se ha puesto de moda últimamente, que muchos integrantes del sector de la construcción que no encuentran otra ocupación, se dedican a ofrecer al mercado el servicio del cambio de bañeras por duchas a precios » de risa» para captar clientes, planteando la actividad como un negocio oportunista, como lo fue en su día el tema de los videoclubs. Aparecen y desaparecen como «setas». Y es que el mercado se encuentra inmerso en una guerra de precios, donde la ética comercial y la calidad brillan por su ausencia.
Con tal de vender se ofrecen precios por debajo de los costes y la calidad no cumple los mínimos requeridos, para garantizar la durabilidad y la seguridad de las instalaciones.
Todas la empresas quieren ser como Securibath, empresa que lidera el mercado en toda España, se inspiran en este modelo de negocio y sin ningún recato «copian todo lo copiable».Cosa que en principio no tiene mas comentarios, salvo que Securibath esta aumentando notablemente sus cifras de facturación, como consecuencia de que como se hacen las obras mal,con graves defectos y accidentes, nos acaban llamando para que rehagamos multitud de obras, que muchos intrusos no profesionales acometen de manera irresponsable.
Estamos en un libre mercado y la verdad es que el consumidor es el gran beneficiario y eso esta bien muy salvo, que se le engañe con tácticas ilegales que conducen a que el cliente acaba pagando dos obras. Aquí se cumple plenamente el aforismo de que «lo barato sale caro» y que hay saber que te están ofreciendo para justificar tan bajo precio.