Algunos proyectos arquitectónicos tienen algo de película de ciencia ficción, pero presentan soluciones (poco realistas por otra parte) a problemas que nos vamos encontrando. Una de las realidades es el progresivo descongelamiento de los casquetes polares, el aumento del nivel del agua y la superpoblación del planeta.

Para esta situación y en un entorno que esperamos no ver (por ser profundamente negativo) el diseñador malayo Sarly Adre Bin Sarkum ha creado estos edificios flotantes, planteados como rascacielos, pero a la inversa, se sumergen en el mar, con lo que se podrían llamar “rasca-aguas”.

Rascacielos-para-el-mar-rascaaguas

Se trataría de un edificio autosuficiente desde el punto de vista energético y desde el punto de vista de la alimentación. El edifico es casi una ciudad flotante y sumergida, aunque hay una isla, una pequeña parte del edificio, que flota. Desde allí, se aprovecharía la energía del Sol y el viento, así como de las olas.

Por otra parte, unos largos tentáculos bioluminiscentes servirían para atraer a la fauna marina. De este modo, la alimentación de la población se basaría exclusivamente en pescado, frutas y verduras. Para generar estos alimentos, el «Water-Scraper» haría uso de modernas técnicas de cultivo, incluyendo la acuacultura y los métodos hidropónicos.

Se conseguiría un mucho menor impacto en el medioambiente, pero no estoy segura de quien le gustaría vivir ahí.