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En la tercera edad hay que tener cuidado con las caídas, máxime si hemos de tener en cuenta que en esta etapa de la vida la mitad de la población sufrirá algún percance de esta índole por problemas de equilibrio u otra circunstancia.
En este sentido, como datos a tener en cuenta, cabe señalar que el cuarto de baño está considerado como el lugar de la casa donde más accidentes sufren los mayores, una circunstancia que se ve agravada por el hecho de que una de cada diez personas mayores que sufre una caída y vive solo/a tarda entre 10 minutos y una hora en poder levantarse. Por otro lado, está demostrado que el consumo de fármacos es el principal factor de riesgo para sufrir una caída.
Un estudio presentado en el XXV Congreso de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), celebrado en Santiago de Compostela, pone de relieve que las caídas en una persona mayor tienen importantes consecuencias físicas, psíquicas y sociales. A este respecto, el estudio, que fue realizado sobre 360 mayores de 70 años, pone de manifiesto que el 71% de los ancianos vuelve solo a su domicilio tras una caída y el 20% teme volver a salir si no es acompañado. El 11% deja de salir solo tras un accidente de este tipo y casi un 10% de los que vivían solos permanecieron entre 10 y 60 minutos en el suelo hasta que pudieron incorporarse. Tan sólo un tercio de los mayores que sufren una caída contacta con el sistema sanitario.
Según la doctora Pilar Regato, coordinadora del Grupo de Atención al Mayor de semFYC, es frecuente que cuando el anciano acude a la consulta ya ha pasado un cierto tiempo desde que sufrió la caída y por ello no cuente el percance al facultativo. Por este motivo, recalca Regato, «es muy importante que los profesionales llevemos a cabo una búsqueda activa y que cuando realicemos la valoración geriátrica integral preguntemos expresamente al paciente sobre estos problemas. Sufrir más de dos caídas en un mismo año supone tener un alto riesgo de que este accidente se repita».
Dado que las posibilidades de caídas aumentan cuando se levantan para ir al cuarto de baño, es necesario adaptar la vivienda: poner barras a los lados del WC, cambiar la bañera por un plato de ducha, etc. «Otro recurso muy útil es la teleasistencia, que es un sistema de vigilancia y seguridad muy eficaz», indica esta experta.