– Implantar tarifas del agua basadas en una evaluación coherente de su valor. El principio del «usuario paga» debe ser la norma, sin importar de dónde salga el agua.
– Todas las actividades económicas deben adaptarse a la cantidad de agua disponible localmente, y solo cuando no sea suficiente debe pensarse en nuevas infraestructuras hídricas.
– Incentivos fiscales para promover dispositivos y prácticas eficientes en la gestión del agua, en particular en las zonas deficitarias.
– Elaborar para 2009 planes específicos de gestión de la sequía que complementen los planes hidrológicos de cuenca establecidos por la Directiva Marco del Agua.
– Para 2012, desarrollar prototipos y crear procedimientos de aplicación para el Observatorio Europeo de la Sequía y el sistema de alerta rápida.
– La Comisión evaluará en 2008 todas las opciones alternativas, como la desalinización o la reutilización de aguas residuales, como posibles soluciones para toda Europa.
– Elaboración de una nueva directiva para la eficiencia hídrica de los edificios.