Tomar una ducha cada día tiene grandes beneficios para la salud, no sólo por razones de limpieza e higiene personal, sino también como un acto sano y natural para nuestro cuerpo.
La ducha debe de estar a la temperatura que mas te agrade y te haga sentir bien bajo el agua.
Dependiendo de la temperatura del agua, obtendremos diferentes resultados.
Una ducha de agua fría nos ayuda a combatir la depresión y la ansiedad. Nos ayuda a realizar un mejor trabajo físico o mental, además se está más alerta y despejado durante el día.
Una ducha con agua a altas temperaturas nos relaja.