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Las nuevas tendencias han llevado a convertir al vidrio y al acero en protagonistas absolutos en la fabricación de mamparas. El acrílico utilizado hasta ahora ha cedido su lugar al vidrio. Esto es debido al gusto estético de los consumidores.

El vidrio es un material que se adapta perfectamente a las nuevas tendencias de decoración en baños ya que se buscan cada vez más espacios diáfanos donde la luz se convierta en referencia. Por otra parte, y siguiendo las mismas sendas de diseño, las perfilerías se hacen cada vez más delgadas. En compensación, y para ganar robustez en el resultado final, se tiende a usar vidrios más gruesos de ocho o incluso diez milímetros, frente a los seis que eran la medida más usual hace unos años o los cuatro que se utilizan en las gamas de mamparas más económicas.

A su vez, predomina una creciente utilización del acero en sustitución del aluminio. A pesar de ser un material más caro y más complicado de trabajar, resulta ser idóneo para las mamaras personalizadas. Esto se traduce en un producto de alta calidad, acorde a las exigencias del mercado actual. La tendencia se resume en dos conceptos muy claros: diseño y funcionalidad. Ambas ideas encajan a la perfección con el vidrio y el acero. Nuevo materiales para nuevos tiempos.