Los beneficios de darse una ducha con agua fría son muchos, pero vamos a resumir en este apartado algunos de ellos, para que en la próxima ducha tengas razones para girar el grifo hacia el otro lado.
Como siempre, en SecuriBath anteponemos la salud y el bienestar de las personas, por ello, si tienes problemas de corazón o una edad muy avanzada, recomendamos consultar con tu médico antes de someterte a un “shock” de agua fría que pueda poner en riesgo tu salud.
Muchos estudios científicos aseguran que darse una ducha con agua fría a diario tiene multitud de beneficios para la salud.
El “shock” de darse una ducha con agua fría hace que el cuerpo reaccione de forma inmediata al contraste de temperatura, lo que conlleva que se pongan en marcha muchos mecanismos de nuestro organismo. Nuestra piel está repleta de receptores nerviosos, y una ducha con agua fría hace que a nuestro cerebro lleguen infinidad de impulsos eléctricos que hacen reaccionar a muchos puntos de nuestro organismo.
SecuriBath te enumera, entre otros, los beneficios de darse una ducha con agua fría son:
Estimular y mejorar la circulación sanguínea, ya que el “shock” de agua fría hace que el corazón lata más, esto envía sangre a los músculos y los órganos vitales.
Se libera adrenalina y por ello alivia el estrés y la ansiedad. Exponerse repetidamente al estrés del frío puede ayudar a combatir el estrés psicológico y ansiedad que sentimos, así como mejorar nuestra autoestima.
Aumento de vitalidad, comparable al efecto de la cafeína. Una ducha fría es la forma más sana de activarse desde primera hora del día.
Darse una ducha con agua fría ayuda a eliminar toxinas fuera de la piel, lo que hace que las toxinas no queden en nuestro interior pudiendo provocar infecciones.
También podemos decir que darse una ducha con agua fría puede ser nuestro aliado para quemar grasa, pues se aumenta la tasa metabólica, ya que el cuerpo se ve obligado a compensar la diferencia de temperatura y para ello gasta muchas calorías.
¿Pero cómo vamos a aguantar una ducha completa con agua fría? ¡Tranquilos! Numerosas investigaciones demuestran que con 30 segundos al día de ducha con agua fría son suficientes para empezar a notar resultados. Eso si, para sentir los múltiples beneficios de darse una ducha con agua fría hay que habituarse a ello, y en 10 días podremos empezar a notar los cambios.
Si tu bañera o ducha actual necesita un cambio no dudes en visitarnos en nuestra web, contamos con los mejores profesionales para hacer de tu ducha un espacio único. Nunca es tarde para comenzar con los buenos hábitos.