Lo que un profesor de medicina aconsejó tras una investigación es que darse una ducha de agua caliente, o incluso fría, no deben empezar por mojarse la cabeza y el pelo ya que es una secuencia inversa. Esta situación provoca que nuestro cuerpo trata de ajustar la temperatura de forma muy rápida por nuestra condición de “sangre caliente”. Al ducharte en este orden, de forma incorrecta, la sangre aumenta la velocidad para llegar de la forma más rápida a nuestra cabeza para compensar la diferencia de temperatura lo que de forma eventual puede causar rotura de vasos capilares y arterias lo que puede provocar un infarto o caídas.
La forma correcta de darse una ducha ya sea en la bañera o en un plato de ducha, es comenzar mojándose gradualmente el cuerpo desde los pies hasta llegar a los hombros. Algunas personas cuentan que tras una ducha de agua caliente, y haciéndola en este orden, sienten una especie de vapor saliendo desde abajo e incluso puede llegar a erizar el vello corporal.
Tras seguir estas instrucciones complete su ducha normalmente. Esto especialmente se recomienda a las personas que padecen hipertensión, o tienen niveles de colesterol o padecen de migrañas.
A continuación os facilitamos los niveles de presión arterial, latidos del corazón y grados de temperatura corporal normales:
Presión arterial:
– 120/80 – Normal
– 130/85 – Normal (Controlar)
– 140/90 – Alta
– 150/95 – Muy alta
Latidos del corazón:
– 72 ppm – Estándar
– 60-80 ppm – Normal
– 40 – 180 ppm – Anormal
–
Temperatura corporal (ºC)
– 36,5 ºC – Normal
– 37,5 ºC – Fiebre
Además en este post, os contamos recomendaciones a la hora de beber agua para sacarle el mayor partido a nuestro organismo:
– Tomar 1 vaso de agua nada más despertarnos ayuda a reactivar nuestros órganos internos
– Ingerir 1 vaso de agua unos 30 minutos antes de cada comida facilita el proceso digestivo.
– Si tomamos 1 vaso de agua antes de ducharse, ayuda a la descarga de presión arterial.
– Cuando vamos a dormir recomiendan tomar un vaso de agua que evita derrames cerebrales o ataques a nuestro corazón