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En Securibath estamos convencidos que para obtener un buen resultado de cualquier trabajo de interiorismo, la relación entre cliente y profesional ha de ser sincera y abierta.

• Cuente desde el principio todo lo que tiene pensado hacer. Así se podrá elaborar un programa de necesidades que funcione como una base de datos que el diseñador tendrá a mano para plantear las soluciones espaciales más adecuadas a la superficie disponible.

• El gusto importa. Aunque parezca que está de más aclararlo, el gusto estilístico adelantará la toma de decisiones en la etapa de proyecto y ahorrará malentendidos una vez que los trabajos hayan comenzado. Oriente al profesional, por ejemplo, en todo aquello que no desea ver en un espacio. En este sentido es más fácil para el usuario contar lo que no le gusta, que definir perfectamente sus preferencias ( salvo que sea un entendido en la materia).

• Sea claro con respecto a lo que puede gastar. El presupuesto total se establece en relación con los trabajos que van a realizarse y que usted solicitó, pero no espere hasta último momento para comunicar al profesional con cuánto dinero cuenta. Este aspecto constituye un dato fundamental a la hora de tomar decisiones.

• Evite la dispersión. Haga un listado de preferencias para cada ambiente y transmita la idea, por ejemplo, buscando en revistas de interiorismo.