Las temidas caídas en ambientes húmedos pueden limitarse gracias a la colocación de pavimentos antideslizantes. Estas baldosas reducen el riesgo de resbalón en zonas de paso, estancias como el baño o la cocina y áreas con agua, como el borde de una piscina. En estos espacios, los niveles de seguridad mejoran con la instalación de este tipo de materiales, a pesar de que las baldosas puedan ser tratadas con productos antideslizantes.La principal ventaja de estos pavimentos es que facilitan la movilidad y estabilidad en la pisada, por lo que se utilizan, en su mayoría, en espacios públicos exteriores, aceras, parques, rampas, aseos públicos e instalaciones con gran afluencia de gente, como gimnasios, hospitales y residencias. Además, su colocación en el hogar resulta muy práctica y estética, puesto que existe una amplia variedad de colores y superficies antideslizantes.