_42752449_phelps41610def.jpg

Había que ver a Michael Phelps al borde de la piscina, al borde de la locura, del éxtasis, cuando su compañero Jason Lezak completó la remontada y despejó su camino hacia la gloria, hacia los ocho oros en una misma cita olímpica que le convertirían, para muchos, en el mejor deportista de todos los tiempos.

134566def.jpg

Entre los Juegos de Atenas y los de Pekín, ya suma ocho triunfos, a sólo uno de cuatro mitos: Paavo Nurmi, Larissa Latynina, Mark Spitz y Carl Lewis. Y todo apunta a que el próximo 17 de agosto la suma aumentará hasta 14.

En un relevo 4×100 libre para el recuerdo, en el que hasta cinco equipos nadaron por debajo del récord del mundo registrado en la jornada anterior por el equipo suplente de EEUU, Phelps retuvo sus opciones de lograr las ocho medallas de oro en Pekín a pesar del tremendo empuje de la selección francesa, que se lanzó en la última posta con casi seis décimas de ventaja.

Leveaux, Gilot, Bousquet y Bernard a punto estuvieron de lograr la hazaña a pesar de que Phelps, primera posta, cubrió los primeros 100 m. en unos espectaculares 47.51, tercera mejor marca de la historia, récord de EEUU, a un solo segundo del mundial de Bernard en la distancia, que desde ahora pasa a manos de Eamon Sullivan.