Aunque existen varios tipos de bañeras y duchas, las medidas estándar de ambas recomiendan reservar un espacio de 120×70 centímetros en el caso de la bañera y una superficie de 80×160 centímetros en el caso de la ducha. Asimismo, hay que tener en cuenta el sistema de apertura. Mientras que las cortinas o mamparas correderas no entorpecen el paso y ocupan el mismo espacio reservado a la instalación de la bañera o ducha, las puertas abatibles requieren una superficie mayor, ya que suelen abrirse hacia el exterior. También se debe tener en cuenta hacia qué lado se realiza la apertura.
Hay que tener en cuenta la instalación de cortinas o mampara y su sistema de apertura
En cuanto a los platos de ducha, existen diferentes tamaños y formas -cuadrados, semicirculares o rectangulares, principalmente-, así como la posibilidad de fabricar platos a medida. No obstante, en todos los casos, se debe prestar atención al radio del plato, la altura a la que se encuentra del suelo y la distancia que hay desde la pared.
Sanitarios combinados
Cuando las dimensiones del baño son muy reducidas, se puede reservar el espacio teniendo en cuenta diferentes sanitarios a la vez. En concreto, la bañera y el lavabo son los dos aparatos que mejor combinan. Hay dos posibilidades: colocar el lavabo a un lado de la bañera o enfrente.
En ambas situaciones, es aconsejable reservar una superficie de 130 centímetros de largo desde la pared en la que se instala el lavabo hacia delante y entre 100 y 110 centímetros de ancho. De esta manera, cuando la bañera esté a un lado del lavabo, la distancia que separará ambos aparatos tendrá que ser, como mínimo, de 10 centímetros, mientras que cuando se coloque delante, los 130 centímetros de largo podrán estar ocupados a la vez por el lavabo y el ancho de la bañera, para la que se reservarán al menos 120 centímetros hacia el frente.