El baño es un espacio de purificación, y si comparamos a la casa con un organismo, el cuarto de baño es análogo al riñón. El estado de un cuarto de baño suele reflejar la capacidad para cuidadarse y quererse a uno mismo. Muchos autores consideran al cuarto de baño como un elemento negativo, que drena las energías del hogar. Sin embargo, hay grandes diferencias entre los baños actuales y los baños de la China medieval. Hoy podemos considerar al baño como un lugar de purificación y también de placer, donde a través de los cuidados que prodigamos a nuestro cuerpo expresamos nuestra autoestima.