El arquitecto Norman Foster obtuvo ayer el que es por ahora el último premio de su prolífica carrera, el Príncipe de Asturias de las Artes. El jurado resaltó el compromiso del inglés con el desarrollo sostenible .Mucho antes de que se convirtiera en una tendencia. Foster reivindicó la eco- arquitectura por la vía de los hechos. En el primer edificio que lo introdujo en la elite del diseño, Willis Faber and Dumas Headquarters, la sede de una empresa familiar, rompió todos los parámetros, puso un especial empeño en la conservación de la energía y en la creación de un sentido de pertenecía a la compañía entre los empleados, lo que consiguió fueron espacio abiertos, que se ha convertido en una norma en el diseño actual, y en la ultima planta del edificio coloco una piscina olímpica, un gimnasio y jardines.Ya son 34 años en los que Foster no ha perdido su fe en la utopía verde, convertida hoy en día en una necesidad. El arquitecto planea hacer de Masdar la primera urbe libre de emisiones de carbono del mundo, con agua potable procedente de platas desalinizadoras alimentadas por energía sola, aire acondicionado dependiente de la energía eólica y un sistema de transporte con pequeños vehículos que se moverán sobre vías magnéticas.Tu también puedes dar tu granito a la arquitectura ecológica, esta comprobado que cambiar la bañera por un plato de ducha, se ahorra agua y energía, únete al esfuerzo de Foster para crear un mundo mas limpio y eficiente.