Nueva York, Boston y otras ciudades de Estados Unidos podrían afrontar este siglo un aumento en los niveles del mar por encima de los pronósticos para el resto del planeta, si el hielo de Groenlandia continúan derritiéndose tan rápido como hasta ahora, informa Reuters.
La información fue presentada el miércoles por investigadores del National Center for Atmospheric Research (NCAR), Centro Nacional para la Investigación Atmosférica en Boulder, Colorado.
Concretamente, si el ritmo de pérdida de hielo en Groenlandia sigue creciendo a un 3% anual, el modelo informático de simulación desarrollado por el NCAR indica que el agua liberada al Atlántico podría alterar la circulación oceánica de una forma que afectaría directamente a la costa nordeste de Estados Unidos hacia 2100.
Esta costa es especialmente vulnerable a los efectos del deshielo en Groenlandia debido a la dirección de la circulación oceánica en el Atlántico, que dirige agua cálida desde los trópicos hacia el norte, donde se enfría y desciende para crear una densa corriente de agua fría.
El aumento se debería a que el índice de derretimiento de hielo en Groenlandia podría agregar tanta agua dulce en el salado Océano Atlántico norte como para cambiar el extenso patrón de circulación del océano, conocido como cinta transportadora oceánica.
El nivel de los mares de la costa noreste de América del Norte podría subir entre 30 centímetros y 50 centímetros más que en otras áreas costeras si el derretimiento de los glaciares de Groenlandia continúa acelerándose a su ritmo actual, afirmaron los expertos.
La evaluación es aún más sombría que la realizada por un estudio anterior. Un artículo publicado en marzo en la revista ‘Nature Geoscience’, precisó que el aumento de las temperaturas del agua podrían cambiar las corrientes oceánicas hasta aumentar el nivel de los mares en las costas del noreste de Estados Unidos 20 centímetros más que el aumento mundial promedio.
Sin embargo, la investigación anterior no incluyó el impacto del derretimiento del hielo de Groenlandia, que precipitaría los cambios en la circulación oceánica y aumentaría entre 10 y 30 centímetros el nivel del mar en el noreste de Norteamérica por sobre el promedio mundial.
El aumento del nivel del mar no sólo afectaría a la costa. También los sistemas de drenaje continentales sufrirían las consecuencias, dado que el agua oceánica salada se internaría en deltas de ríos, cambiando el ambiente biológico, afirma Aixie Hu, principal autor de un artículo sobre el tema publicado en la revista ‘Geophysical Research Letters’.
El hielo que cubre gran parte de Groenlandia se está derritiendo más rápido debido al cambio climático global, pero el nivel de los mares no aumenta en la misma medida en todo el mundo. Actualmente, el nivel en el Atlántico Norte es 71 centímetros menos que en el Pacífico Norte, debido a que el primero cuenta con una capa densa y compacta de agua fría de la cual el segundo carece.
El derretimiento de hielo de Groenlandia ha aumentado un 7% anual desde 1996 pero Hu indicó que es difícil asegurar que el índice se mantendrá en los próximos 50 años, aunque sería posible a causa del calentamiento global.