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Las mamparas son un elemento muy importante del completo equipo que ha de integrar un baño. Evitan que el agua salpique y acabe estropeando el suelo del baño y, al aislar el recinto de la ducha, conservan por más tiempo el calor generado por el agua. Por eso, para que puedan cumplir con estas funciones básicas, es importante escoger un modelo de calidad. En el mercado existe una gran variedad de diseños que se adaptan a cualquier plato de ducha y también a la bañera.

Elegir el modelo
Las posibilidades son muchas: desde los modelos sencillos de una sola hoja fija o las mamparas angulares para duchas de esquina, hasta las combinadas de laterales fijos con puertas frontales que puedan ser correderas, plegables o abatibles. Una de las primeras decisiones a la hora de elegir una mampara es el material de las puertas, que pueden ser de cristal o de paneles acrílicos (metacrilato o poliestireno). En las de cristal, es importante asegurar que están fabricadas con paneles securizados que, en caso de rutura, se descomponen en pequeños pedazos que no se desprenden de la estructura. El grosor de las mamparas oscila entre 4 y 10 mm. Aunque son la opción más cara del mercado, resultan muy decorativas y ligeras, ya sean de serie o fabricadas a medida. Hay que tener en cuenta que la gama de acabados es muy amplia: tranparentes, semisatinadas, con serigrafias, etc. Las trasparentes son una de las mejores opciones si el baño no cuenta con muchos metros, ya que dan profundidad y amplitud visual, aunque, eso sí, resultan mas sensibles a las manchas de cal. Algunos fabricantes han creado paneles autolimpiables con tratamientos especiales a base de siliconas que hacen que el agua resbale y evitan una acumulación excesiva de cal.

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Con o sin perfilería

En el mercado puedes encontrar puertas con perfilería de aluminio o bien con bisagras. Las ultimas tendencias apuntan a puertas que prescinden al máximo de estructura y perfilería y que se sujetan a la pared con herrajes. Este tipo de mamparas, más caras que las convencionales, sólo puede elegirse con puertas practicables y tienen el inconvenientes de que algunas no garantizan la estanqueidad total y al agua podría llegar a desbordarse. Frente a los modelos realizados con cristal, están los paneles acrílicos. Tienen la ventaja de que se adaptan fácilmente a las paredes y platos de forma irregular, son muy ligeros y resultan entre un 20% y un 30% más baratos que los modelos de cristal. Además, de los restos de cal no resultan tan visibles como en las mamparas de cristal, aunque con el tiempo la cal se acaba incrustando mucho más. Su principal inconveniente es que se rayan con facilidad. Entre los materiales acrílicos, existen diferentes calidades: algunos no resisten bien los golpes y pueden amarillear con el tiempo.

Cierre seguro

Sea cual sea el material elegido, la mampara debe ser sobre todo estanca para evitar que el agua llegue al pavimento y lo estropee. El instalador debe tomar muy bien las medidas y si faltan algunos milímetros para encajarla bien puede utilizar perfiles de compensación adicionales. Algunos modelos incorporan cierres magnéticos que logran que las puertas encajen ala perfección y juntas vierteaguas para que las gotas de agua que se deslizan por la mampara no lleguen nunca a caer al exterior.
Aunque no están tan extendidos, en el mercado encontrarás también los estores vinílicos, una especie de cortinas enrollables que se repliegan cuando no se están utilizando y que se suspenden del techo o de uno de los laterales de la bañera.

CLAVES PARA ESCOGER BIEN LA MAMPARA

• Cristal. Debe ser securizado para evitar que la estructura se desprenda y se llegue a romper. El grosor recomendable debe ser, como mínimo, de unos 4 mm. En las acrílicas el grosor aconsejable es de unos 3 mm.
• Perfilaría. Los perfiles de aluminio deben tener un grosor mínimo de 1.6 mm para que tengan suficiente resistencia es importante escoger unas bisagras de acero que sean de buena calidad.
• Puertas. Las correderas deben desplazarse correctamente y las practicables deben incorporar una posicionador para que se eleven ligeramente al abrirlas. Es importante que tengan cierres magnéticos para que encajen a la perfección y que sus perfiles sean estancos para no salpicar el agua.

CABINAS: MAMPARAS Y DUCHA EN UNO
• Las cabinas son una especie de duchas prefabricadas que incluyen plato y mampara. La mayoría están equipadas con ducha de hidromasaje y en su interior incorporan un panel con una grifería y diferentes salidas de agua llamadas jets.
• La mampara que incorporan está disponibles en diferentes sistemas de apertura: plegable, corredera, o practicable.
• En su instalación no son necesarias grandes obras, ya que sólo se precisa una salida de agua fría y otra caliente y una toma de corriente. Eso sí, hay que tener en cuenta que, como mínimo, la corriente de agua debe tener 3 kg de presión y un caudal de 30 litro/minuto.
• Las más innovadoras incluyen aromaterapia, cromoterapia y hasta ducha escocesa.

CÓMO ELEGIR LA APERTURA DE LA PUERTA

Según el tamaño del baño y los metros disponibles deberás elegir el tipo de puerta.

• Corredera . Se desliza sobre unas guías. Al no necesitar ángulo de apertura, es ideal para baños pequeños.
• Plegables. Es similar a la puerta de las cabinas telefónicas y resultan muy apropiadas en baños de pocos metros.
• Practicable. Giran sobre uno de sus lados hasta 180º y necesitan ángulo de apertura delante.