Los movimientos positivos se contagian, cuando te hacen un favor, de alguna manera te apetece hacer otro, cuando te sonríen de manera natural, tu respuesta es otra sonrisa, o al menos un arqueamiento de cejas feliz.
Los movimientos positivos se contagian, cuando te hacen un favor, de alguna manera te apetece hacer otro, cuando te sonríen de manera natural, tu respuesta es otra sonrisa, o al menos un arqueamiento de cejas feliz.