Hay cosas que piensa que jamás llegarán a tu país, que miras con asombro y cierta ironía, y luego te encuentras llevando calcetines con dedos, comiendo saltamontes fritos y yendo en bicicleta eléctrica por la ciudad
Hay cosas que piensa que jamás llegarán a tu país, que miras con asombro y cierta ironía, y luego te encuentras llevando calcetines con dedos, comiendo saltamontes fritos y yendo en bicicleta eléctrica por la ciudad