Líneas geométricas y limpias, blanco puro o colores salidos de las páginas de cómic, a medio camino entre la psicodelia y Andy Warhol. Los hogares del futuro tendrán que combinar lo casi etéreo con una dosis de sentido del humor que alegre los espíritus cansados después de largas horas en el puesto de trabajo.
Al menos, eso se desprende de lo que hemos visto en Ifema, en el salón Casa Pasarela, donde se ha reunido la auténtica alta costura de la decoración. Y como en todas las cosas, se tiene que empezar por el principio; y el principio, en el caso de la decoración, es que el lugar donde vamos a poner nuestros muebles, objetos y adornos tiene que ser atractivo de por sí, incluso vacío. De eso se encarga la cerámica, uno de los elementos que están entrando con más fuerza en el mundo de la decoración. Ya no es el viejo alicatado de baldosines, ahora las propuestas tienden a infinito. Desde colores estridentes combinados con descaro a piezas con cantos rectificados o propuestas de estilo retro que nos trasladan a habitaciones con aroma art decó. Olvídense para siempre de tener el gres sólo en las paredes de la cocina y el baño.
Y hablando del baño, esta es otra de las estancias de la casa que se ha puesto en cabeza de la vanguardia de diseño. Grifos que van desde las líneas más futuristas a las más vintage, buscando la sensación de amplitud o de calidez, dependiendo de las características de la habitación. Eso sí, siempre con una alta conciencia ecológica, con el ahorro de agua siempre presente, pero sin renunciar al placer, por ejemplo, de una buena ducha. Revestimientos, nuevos materiales como el Lammax de Saloni, que es resistente al fuego, los ataques químicos o los grafitis, que es más duro que el granito o el aluminio y a la vez muy flexible, o electrodomésticos que acaban con la tradicional línea blanca jugando a colorear cada habitación, todo tiene cabida en Casa Pasarela.